MOTETS CROISÉS Monteverdi, Schütz, Leguay, Frescobaldi
Dominique Vellard Jean-Pierre Leguay
GCD P32303
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Performing artists
Dominique Vellard, tenorJean-Pierre Leguay, organ
Production details
Recorded at Abbaye Bénédictine de Pradines and at Collégiale Saint-Jean Baptiste de Roquemaure, France, in June and October 2004 Engineered by Robert Verguet Produced by Anne-Marie Vellard Executive producer: Carlos Céster Design: Valentín Iglesias English Français Deutsch Español
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MOTETS CROISÉS
Monteverdi, Schütz, Leguay, Frescobaldi
1 Pater noster (Jean-Pierre Leguay)2 O quam pulchra es (Claudio Monteverdi)3 Toccata avanti la Messa della Domenica4 Toccata per l’elevatione, Messa degli Apostoli (Girolamo Frescobaldi)5 Alleluia6 Alleluia instrumental (Jean-Pierre Leguay)7 O Jesu, nomen dulce (Heinrich Schütz)8 Canzon doppo l’epistola, Messa della Madonna (Girolamo Frescobaldi)9 Salve regina (Claudio Monteverdi)10 Canzon quarti toni doppo il post comune, Messa deglo Apostoli11 Recercar con obligo di cantare la quinta parte, Messa della Madonna (Girolamo Frescobaldi) 12 Secundum Matthaeum (Jean-Pierre Leguay)
Acerca de este CD
En el treinta aniversario del Ensemble Gilles Binchois, Dominique Vellard está más activo que nunca, tanto en vivo -son memorables sus multifacéticas actuaciones en los conciertos de su propio festival, en Thoronet, y en Les Meslanges du Printemps, en Dijon-, como en disco, donde tras su llegada a Glossa en 2007 alterna proyectos medievales de extraordinaria calidad e interés (el reciente Arbre de Jessé, o el próximo L’Amor de Lonh) con la experimentación con las nuevas músicas (recordemos su Vox Nostra Resonet).
El disco Motets Croisés que ahora presentamos pertenece a la faceta más experimental de Vellard, e ilustra su intensa y comprometida relación musical con Jean-Pierre Leguay, uno de los organistas titulares de Notre-Dame de París, y uno de los mejores improvisadores al órgano de la actualidad. Se alternan motetes «históricos» de Monteverdi o Schütz con composiciones del propio Leguay y piezas instrumentales de Frescobaldi, en un fascinante tapiz sonoro en el que destacan la voz clara y radiante de Vellard y las siempre deslumbrantes intervenciones al órgano de Leguay.