SERGEI RACHMANINOV (1873-1943)
The Divine Liturgy of St John Chrysostom, opus 31

01 The Great Litany
02 Bless the Lord, O my Soul
03 Glory be to the Father
04 In Thy Kingdom
05 Come, let us Worship
06 O, Lord
07 The Augmented and Subsequent Litanies
08 The Cherubic Hymn
09 The Litany of Supplication
10 The Creed
11 A Mercy of Peace
12 To Thee We Sing
13 It is Truly Meet
14 The Lord’s Prayer: Our Father
15 The Communion Hymn: Praise the Lord of the Heavens
16 Blessed is He - We Have Seen the True Light
17 May our Mouths be Filled
18 Blessed be the Name of the Lord
19 Glory to the Father

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Acerca de este CD

A lo largo de la historia musical pocos compositores han apelado de manera casi programática a los sentimientos y recurrido a ellos como principal combustible de sus obras; por lo común, incluso los autores más nítidamente adscritos al ámbito romántico suelen en ocasiones esconderlos o disimularlos tras conceptos más abstractos, que podrían resumirse en términos del tipo «construcción temática», «material motívico» o «potencia expresiva». Por su parte, Sergei Rachmaninov (1873-1943) no teme referirse con elocuencia, de manera diáfana y directa, a los sentimientos que recorren, en una amalgama de aleteo y urgencia, unas piezas convertidas de este modo en conmovedoras radiografías de sus interioridades artísticas y humanas. Al mismo tiempo no duda tampoco en afirmar el carácter excepcionalmente nacionalista de su producción. Su Liturgia de San Juan Crisóstomo fue compuesta en 1910, cuando acababa de regresar de su primera gira americana, una serie de recitales en los que su Concierto nº 3 para piano y orquesta op. 30 fuera recibido con enorme entusiasmo.

Rachmaninov había estado siempre fascinado por el legado melódico de la Iglesia Ortodoxa, un repertorio con el que se encontró, por ejemplo, en las cercanías de Novgorod, uno de los máximos centros religiosos del país. Supo captar con hondura el texto de la liturgia, encontrando su perfecta traducción en unas melodías cuya sencillez incrementa su capacidad para reverberar en el ánimo del oyente. Con la Liturgia de San Juan Crisóstomo accedemos al corazón del universo espiritual de la Rusia ortodoxa, allí donde resplandecen susmáximos anhelos y esperanzas de vida eterna.