JOSEPH HAYDN

The Seven Last Words of Christ on the Cross
(Hob. XX.1, 1786-87)

01 Introduzione. Maestoso ed Adagio
02 Sonata I. Largo
03 Sonata II. Grave e Cantabile
04 Sonata III. Grave
05 Sonata IV. Largo
06 Sonata V. Adagio
07 Sonata VI. Lento
08 Sonata VII. Largo
09 Il Terremoto. Presto e con tutta la forza

—

Acerca de este CD

El encargo procedía de Cádiz, ciudad portuaria al sur de España. Joseph Haydn había sido invitado a componer música de pasión orquestal para la Semana Santa. Las Siete Últimas Palabras de Cristo en la Cruz, que en gran medida contribuiría a aumentar la reputación internacional de Haydn, existe también en versiones para cuarteto de cuerda y piano, y en forma de oratorio, si bien la versión sinfónica que aquí se presenta se considera la original. El propio compositor estimaba esta obra como una de sus más perfectas creaciones y hoy en día, más de dos siglos después de su consecución, no quedan dudas al respecto. Haydn «traduciría» las últimas palabras de Cristo, entresacadas de los diferentes evangelios, en siete movimientos lentos, sobrios y de una espiritualidad embriagadora.

Tras la interpretación gaditana la obra fue descontextualizada de su base litúrgica. En la actualidad los programadores han intentado reconstruir la presentación original, pero en una sala de concierto los comentarios del orador interfieren con el discurso musical, un problema que se da incluso en mayor medida en disco. Asumiendo esta dificultad, pero al tiempo sintiendo la necesidad de crear un espacio coherente entre los diferentes movimientos, Frans Brüggen solicitaría al compositor norteamericano-holandés Ron Ford (Kansas City, 1959) la composición de unos intermezzi instrumentales. «Fue un auténtico reto», comenta Ford. «Quería conseguir un equilibro entre el contraste buscado y la necesidad de crear unas conexiones apropiadas. Cuando te enfrentas a un encargo de estas características has de preguntarte: ¿qué es lo que falta por hacer? Haydn es un músico concreto, lógico y directo. Lo que aquí echaba en falta era la sensación de flujo y reflujo. Me puse a trabajar sobre esta premisa teniendo siempre presente el sonido de la Orquesta del Siglo XVIII. La forma en la que respira su música es única en el mundo».